En un constante cruce de caminos,
cruzando mil veces la misma acera,
el destino jugo sin piedad con
nosotros,
y la vida nos negó la palabra.
Cruce de miradas inocentes,
tu comprometida y yo también,
hoy nuestro pasado viaja al presente,
para gritarnos soy libre y aquí estoy.
En esta rueda que es la vida,
con andenes y trenes apunto de partir,
hoy las casualidades se encadenan,
para nuestro trayecto compartir.
Hoy se nos abren ventanas,
ilusiones y sueños soñados por el
corazón,
basta una sola palabra y una mirada,
para que volemos los dos.
La vida nos sonríe a la cara,
el destino nos da una oportunidad,
de por fin poder sostener la mirada sin
miedos,
de podernos besar y abrazar.
Duro ha sido nuestro trayecto,
duro ha sido nuestro silencioso sentir,
pero todo ha sido menos duro,
si tu eres mi principio y mi fin.
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