Nace un día gris de lagrimas suicidas,
corre el aire y el frio hiela el alma,
abro la puerta,entro y pido un café,
en ese momento mágico se encuentran
nuestras miradas.
Se para el tiempo,todo queda en calma,
solos tu y yo,entre nosotros la nada,
no hay sonidos,ni ruidos,
solo dos corazones que anhelan su media
naranja.
Sonríes y te sonrió,sin poder decir
palabras,
momento que corta la razón,
momentos de miedos y esperanzas,
de ser tu mi complemento,de ser yo la
mitad de tu alma.
Así pasan los segundos sin apartar las
miradas,
cuando la valentía me empuja a querer
regalarte una palabra,
atravieso de punta a punta la barra,
en ese momento fatídico que desde la
puerta alguien te reclama.
Espero que el destino nos de una
oportunidad mañana,
de poder conocernos,de hablar,de rendir
nuestras almas,
dando al corazón su mitad,su pareja
soñada,
que llegue con el a la eternidad,sin
importarles nada.
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