A mi que tantas veces me dio la espalda
la suerte,
que el camino se me hizo cuesta arriba,
que tropecé con mil piedras y caí al
suelo,
me toco el amor una tarde soleada de
invierno.
A mi que dudaba de la vida,
que la tristeza era compañera y amiga,
que la soledad habitaba mis horas,
me toco con locura amar y sentirme vivo
en libertad.
A mi que se me rompieron mas de una vez
mis sueños,
que me cerraron mil puertas al querer
entrar,
que me dejaron en el rincón y en el
hastío del tiempo,
me toco vivir al verte al despertar.
A mi que hoy mi alma ríe,
que mi corazón canta,
que la felicidad me llena por completo,
y vuelan mis sueños libres y sin tener
miedo a nada,
así amor mío,así me siento al
despertar a tu lado cada mañana.
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