El
ayer no permite cambios,
el
hoy no permite un después,
el
mañana no permite afirmaciones rotundas,
ni
la vida puede ampararse en un porque.
Al
niño no debe negarse le una vida,
al
adolescente un sueño e ilusión,
al
adulto felicidad en su día a día,
ni
al anciano el amor.
Al
sol no se le debe quitar la luna,
al
día su luz y color,
a
la noche las estrellas,
ni
a la primavera la flor.
A
la ternura no se le debe quitar la pasión,
a
la vida el sentimiento cuando hay amor,
a
el alma un cielo y un paraíso,
ni
al cuerpo el corazón.
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