Compañero inseparable en cada paso de
mi vida,
juez y señor de verdades y enigmas,
verdugo que me lleva hasta un final muy
cierto,
amigo y enemigo en buenos y malos
momentos.
Tu eres tan cierto como la muerte,
tan imparable como el pensamiento,
tan hermoso y mágico como el alma,
tan bello como el amor.
Tu eres la paz del corazón,
la venda para la herida,
la verdad para la mentira,
el velero para la libertad.
Eres paz y pesadilla,
eres principio y final,
eres noche y día,
eres sueño y despertar.
Eres ayer y hoy
quizás también seas mañana,
eres luna en la noche,
y luz de la mañana.
Así eres amigo mío,
compañero en cada latir,
siempre estarás conmigo,
hasta que la muerte se acuerde de
mi.
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