A lo lejos oigo tu voz,
Esas palabras con recuerdo se agarran a mi corazón,
Mientras te añoro esta tarde,
Y mi alma desea volver a tu lado.
A lo lejos oigo tu voz,
El viento me dice que estás llamándome,
A recorrer tus senderos,
A pasear de nuevo por tus plazas y calles,
A beber en tus fuentes,
A refugiarme como de niño en tus portales.
A lo lejos oigo tu voz,
El viento me dice que estás llamándome,
a subir tus montes,
A visitar tu río y tus lagares,
A admirar los campos llenos de flores,
A los huertos sembrados, de patatas, cebollas y tomates,
Al olor de la hierba buena, lavanda, eucaliptos y pinares.
A lo lejos oigo tu voz,
El viento me dice que estás llamándome,
Al balcón de la casa vieja,
Al abrazo y besos de mis padres,
A la chacina colgada de las vigas del techo,
Al olor de la leña que arde,
A las tardes de café de puchero,
Y al recuerdo de mi abuela, esperándome.
A lo lejos oigo tu voz,
El viento me dice que estás llamándome,
Esas palabras con recuerdo se agarran a mi corazón,
Mientras te añoro esta tarde,
Y mi alma desea volver a tu lado.